Emprender un negocio no es un proyecto profesional. Emprender es también confirmar internamente una actitud ante la vida. Emprender es decidir vivir la vida que quieres vivir. Atender a la llamada asumiendo los riesgos que comporte a todos los niveles.
Esa famosa llamada, detona una enorme explosión ante ti que dibuja un montón de posibilidades, y que viene cargada habitualmente de un proceso personal potentísimo.
Emprender transforma tu vida profesional y te transforma a ti. No somos dos personas diferentes dentro o fuera de nuestro trabajo, somos la misma persona. Emprender te transforma, y transforma a la gente de tu alrededor. En cierta medida, cuando tú emprendes, tu familia y amigos emprenden contigo.